Durante estos últimos años me he dado
cuenta de la gran mentira que viven los niños de hoy día, esa falsa
ilusión por intentar ver a Papá Noel o Los Reyes Magos. Quien de
niño no se ha levantado corriendo el día de Navidad o el de Reyes a
intentar pillar a estos personajes colocando los regalos debajo del
árbol? Siento nostalgia por esos tiempos en los que pasábamos todo
el año esperando que llegue Diciembre y con él, la Navidad y las
vacaciones. Este año, llegaba Noviembre y ni me inmutaba de que
faltaba un mes para la fiesta invernal por excelencia. He de destacar
que al saber que son los padres quienes realizan el trabajo de poner
los regalos debajo del árbol ya no tienes esa ilusión por la
Navidad, y he de reconocer que cada vez que veo un niño
preguntándole a su madre por Papá Noel o esa felicidad al ver la
cabalgata, siento una tristeza enorme por querer volver a ser un
chaval rebosante de felicidad al observar a Los Reyes desfilando.
Por otro lado también quiero decir que
sientes una tristeza enorme al saber que muchos niños no pueden
celebrar la Navidad por asuntos económicos, que sentirán esos niños
al ver que el primer día de clase después de las vacaciones
navideñas todos están hablando de los regalos que les han traído
estos seres imaginarios? Todas estas preguntas sin resolver me
producen una sensación de felicidad y a la vez tristeza ya que sé
que yo si he podido disfrutar de estas fiestas con regalos, pero
siento tristeza por lo que he comentado antes, por aquellos niños
que no reciben ningún regalo. Pero ahora que he crecido pienso que
lo verdaderamente importante es aquello que no es material, nada de
regalos ni cosas superficiales, lo que de verdad importa es pasar
tiempo con tu familia y crear nuevos recuerdos juntos, y no me
refiero solo en navidad... Porque pasar tiempo con la gente que
quieres es el mejor regalo que se puede tener.
